- 2 tazas aceite de oliva virgen extra
- 15 gr chocolate negro 70%
Este aceite, como la mayoría, no tiene ningún misterio. Simplemente sumergimos el chocolate, en onzas, en una botella que contenga aceite y lo dejamos reposar en un lugar oscuro durante dos semanas antes de poder usarlo. Si nos apetece, aunque no es necesario, podemos acudir a darle un meneo de vez en cuando, para ayudar a que se disuelva e integren los aromas.
En el caso de aceites de frutos secos, se recomienda tostar levemente estos, para extraer sus aceites esenciales, y mezclarlos, aún calientes, con aceite caliente, para que se integren todos sus aromas mientras se enfrían juntos. Si mezclaramos con aceite frío, correríamos el riesgo de que esos aceites esenciales fuesen reabsorvidos antes de integrarse en el aceite. Igualmente, triturar el fruto ayuda a que se desprenda el aroma más fácilmente. Estos aceites no necesitan más de unas horas para poder usarse, aunque ganan en fuerza a medida que permanecen almacenados, preferiblemente a oscuras.
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