miércoles, 7 de junio de 2017

Lasaña o Lasagna

Una lasaña es posiblemente la manera más dificil de preparar pasta. Ni pasta rellena ni ninguna otra preparación, lasaña. ¿Y porqué? Porque hay que servirla sin que se desarme y eso no todo el mundo sabe como se hace. Aquí vamos a dar unas pequeñas pautas de como se monta (salvo el relleno, no podemos decir que hayamos cocinado nada) para poder degustarla tal y como la habíamos concebido.

Comenzamos con un básico, la pasta. Si la preparais en casa, tanto mejor. Si comprais las placas en el supermercado, lo mismo da. Ni os fijeis si necesita cocción o no. Se va a cocer en el horno. ¿Es pasta, no? ¿Le vais a introducir un relleno que, aunque poco, tiene líquido, no? No es necesario cocerla con anterioridad. Son las mismas placas que se usan para canelones, en cuyo caso si será necesario cocerlas, lo justo para poder curvarlas sin que se fracturen, y únicamente por ese motivo.

Precalentamos el horno a 200ºC.

En el fondo de una fuente para horno, extendemos una capa de bechamel. Podríamos usar salsa de tomate, pero contiene demasiada agua y hará que la base de nuestra lasaña este demasiado blanda y ¿decíamos que queremos que no se desarme al servirla, no?

Sobre esta base extendemos la primera capa de pasta, sin solapar placas. A continuación extendemos el relleno, una segunda capa de pasta, relleno, pasta, etc. Cubrimos con bechamel y pintamos con tomate. Horneamos a 200º durante 20 minutos y, tras sacarla del horno, dejamos que repose 10 minutos antes de comenzar a cortarla y servirla.

El relleno. Dos opciones. Necesitamos que cada uno de los niveles se pegue al anterior para que no se desmonte al servirla. ¿Cómo lo hacemos? ¿nuestro relleno puede contener bechamel? Solo dos cucharadas. Perfecto, nuestra capa se ha pegado a la anterior al agregarle bechamel. ¿No admite bechamel o no nos gusta? Segunda opción. Si normalmente las capas de relleno no son muy abundantes, en este caso no cubriran toda la superficie de pasta, aunque si mojaran toda la placa (dejamos huecos en el relleno). ¿Y porqué? Por que la pasta, una vez cocida, en contacto con otra placa de pasta, también concida, se pegará. En cualquier caso, el relleno estará bien escurrido para que las placas no naden en agua, que haría que se desmonte al servirla.

¿Y porqué no cocemos la pasta? Para que no se pase de punto de cocción. A ver, un dato a tener en cuenta. Solo la parte expuesta de nuestra lasaña estará a 200ºC. El interior, a medida que profundiza, va rebajando su temperatura hasta unos 80ºC. Es decir, todas las capas de pasta de nuestra lasaña estan en contacto con un relleno levemente humedo y a una temperatura adecuada para que se cueza mientras se gratina o calienta el resto de ingredientes.

¿Y queso? A voluntad, sobre la capa de bechamel superior. ¿Es para dar un toque crujiente? Si algun trozo de pasta no lo humedecemos, porque no hemos colocado relleno sobre él, obtendremos ese mismo punto crujiente disperso por toda a lasaña, en los puntos que deseemos.

¿Y porqué el reposo? Para que se asiente la humedad interior. Lo que ayuda también a que no resbale una capa sobre otra, llegando al plato entera.

El relleno es indiferente, cada cual el que prefiera ... carne picada, espinacas, chorizo, pimientos asados, etc. Se cocina, se escurre y, antes de enfriarlo, se mezcla con un par de cucharadas de bechamel. Lo añadiremos siempre en frío para que sea más fácil de distribuir y evitando que la temperatura comience a ablandar antes de tiempo la pasta.

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